lunes, 26 de enero de 2009

Felicidades a Murciamania

Murciamania.com cumple 10 años en la red. Esta página web, que se creó el 23 de abril de 1999, fue la primera página no oficial del Real Murcia en internet. Aún sigue activa la primera versión (ver aquí). Diez años después, murciamania.com está mejor que nunca. Con un diseño sencillo y elegante, cumple fielmente su misión: transmitir el murcianismo por la red, con nuestros servicios, nuestras aplicaciones y nuestras opiniones. murciamania.com ha sido, es y será un lugar de unión entre murcianistas sean cual sean sus lugares de origen o residencia.

Felicidades por ser la mejor pagina del real murcia teniendo un foro libre,por otros 10 años!

Real Murcia 1-0 Cordoba

Con sufrimiento. Con mucha paciencia. Así ha ganado el Murcia al Córdoba hoy, sin grandes alardes, sin un fútbol de dulce, en definitiva, sin ese encanto que encandiló a los 15000 aficionados que fueron a verle frente al Celta. Pero hoy el rival era distinto, un conjunto con las ideas muy claras, que venía con la vitola de equipo pequeño a puntuar como fuera, muy agazapado atrás, presionando muy fuerte en todas las zonas del campo, en especial a los defensas y a los pivotes del Murcia, encargados de sacar el balón. En definitiva, un correoso Córdoba que ha luchado mucho pero que no ha podido ante un tren que va lanzado llamado Real Murcia.

Para conseguir la quinta victoria consecutiva (e igualar así la mejor racha de David Vidal), Campos tuvo que dar entrada mediada la segunda parte a Quique De Lucas por un Montoro voluntarioso pero poco efectivo. A falta de diez minutos, un estupendo pase de Movilla dejaba a De Lucas solo ante Navas, salvaba su salida y con tranquilidad y parsimonia subía el 1-0 y dejaba los tres puntos a orillas del Segura.

Los primeros minutos de partido destacaron por la sorpresa general de la grada: el Córdoba estaba dominando el partido. La presión tan arriba estaba ahogando la salida de balón del Murcia y a los de Campos les costaba en exceso trenzar jugadas. Sin embargo la afición no cayó en el desaliento y, como si se estuviera en puestos de ascenso, cantó y animó como nunca.

El peligro del Córdoba lo llevaba Yordi. El grandote delantero del conjunto franjiverde provocó la entrada en el once del Murcia de Juan Cruz Ochoa, que aunque comenzó dubitativo, acabó secando a su rival. Antes de eso tuvo una gran oportunidad al rematar al poste de cabeza.

También chutó al palo el Murcia por mediación de Núñez, que con una calidad impresionante, dio al balón un efecto espectacular que, de haber entrado, habría sido uno de los goles de la jornada tanto en Primera como en Segunda. Pero la cruceta se cruzó, nunca mejor dicho, en su camino.

La segunda parte fue algo más aburrida, ya que apenas hubo oportunidades. Salvo algún disparo aislado, solventado bien por Elía, el Córdoba no llegó a la portería local. El Murcia por su parte, tampoco dio mucho trabajo a Navas, que cuando tuvo que acertar, falló. Un balón de Movilla desde el centro del campo a la espalda de la defensa lo aprovechaba De Lucas para plantarse ante el portero. Navas, a por uvas, intentó interceptar el balón en el aire y erró como un alevín. De Lucas, a puerta vacía, adelantaba al Murcia.

Los diez minutos restantes no fueron como contra el Celta, ya que el Córdoba se dedicó a colgar balones frontales muy fáciles para Mejía y Ochoa. Así se llegó al final, con casi 16.000 espectadores de pie y aplaudiendo a su equipo, el que lleva 15 puntos de 15 posibles y a por los 18. Porque hoy, el Murcia se acuesta más cerca del ascenso que del descenso.

Real Murcia 1-0 Celta de Vigo

El partido aplazado por la intoxicación de los jugadores del Real Murcia el pasado diciembre ha acabado por ser, a la postre, el mejor choque de la temporada. Llegaba un Celta de Vigo invicto en las últimas dieciséis jornadas, por tanto era, hasta la fecha, el rival más complicado al que se iba a enfrentar el equipo de Campos desde que él llegó al banquillo, tiempo en el que el conjunto grana ha conseguido todos los puntos disputados. Por todo esto, el de hoy era, sin duda, un auténtico partidazo.

Y lo ha sido. El Murcia ha acabado ganando 1-0, sí, pero para ser justos el resultado que se antojaba más salomónico era el empate. Aunque el conjunto grana hizo una primera parte para quitarse el sombrero, en la que dominó el partido y pudo haberse ido al descanso con un resultado más holgado, la segunda fue otra historia, y los últimos veinte minutos se hicieron eternos. Parecieron otros noventa, en los que los de Pepe Murcia, guiados por Rosada y Michu en el centro del campo y con el siempre peligroso Iriney en punta, tuvieron a Elía en vilo a base de jugar en campo rival. Pero el Murcia tenía que ganar su punto número doce de 2009, alejarse del descenso y acercarse a la zona tibia de la tabla y al objetivo principal: la permanencia.

Con varios lesionados en su haber, Campos volvió a confiar en el 4-2-3-1 con el serbio Despotovic de delantero centro. Le salió bien, de nuevo, al míster de Mazarrón, bajo cuya mando el Murcia no conoce otra cosa que no sea ganar. Los primeros minutos fueron de dominio visitante, aunque el conjunto grana, bien plantado, evitó cualquier acercamiento peligroso que no fuese a balón parado. Así fue el primer disparo con malas intenciones del Celta: un lanzamiento de falta de Iriney que se fue fuera por poco.

A partir de ahí el Murcia comenzó a carburar y a base de paredes y tiangulaciones volvieron loca a la grada. Eran los premilinares del que sería el más bonito partido en mucho tiempo. Poco a poco se fue calentando, a fuego lento pero con paso firme. Con ternura, los de Campos acariciaban cada balón, se movían con soltura y confianza: se estaba fraguando un clímax que difícilmente se olvidaría en meses venideros. Y no decepcionó. Casi a punto de terminar la primera parte, a punto del coitus interruptus, Bruno enganchaba una volea con la izquierda desde fuera del área y hacía un gol orgásmico tras rebotar el balón en el larguero. El pitido que señalaba el final de los primeros cuarenta y cinco minutos sirvió para que este amante nuestro que es el Murcia recibiera una tremenda ovación de su público, encantado, acalorado, batiendo palmas como si fuera una final de Champions.

Cambio de asistente

El segundo tiempo comenzó con retraso. De repente, y tras asegurarse de que las redes de la portería de Notario estaban correctamente enganchadas a los postes, el asistente de la banda de la tribuna preferente se resentía de una pierna y tenía quer sustituido por el cuarto árbitro, que al final puso de los nervios a equipo y a afición con su permanente levantamiento de bandera.

En fin, que la segunda parte fue otra historia. El Celta de Vigo tenía que echarse arriba y buscar la victoria, por nombre, casta, juego, jugadores y clasificación. El mejor equipo que ha pasado hasta hoy por Nueva Condomina tenía que demostrar que está a la par que su rival. El cansancio de los locales y la presión del rival propició que durante casi media hora (la final), la línea de defensa del Murcia viviese cuatro o cinco metros por delante del área. Así pues los últimos minutos fueron agónicos. Los cambios introdujeron piezas defensivas para el medio del campo del Murcia pero el Celta ya estaba desatado arriba y nada salvo el árbitro podía sofocar esa pasión por batir a Elía.

A pesar de todo eso, el Murcia pudo, incluso, sentenciar. Capdevila tuvo en sus pies un mano a mano frente a Notario a falta de pocos minutos que solventó por dos veces el portero catalán. Luego se le anuló un gol a Iriney por fuera de juego y se le pitó otro a Despotovic inexistente que le dejaba solo contra Notario. Además, Edu Moya acabó expulsado. Ya no quedaba tiempo para más, y a pesar de la insistencia de los vigueses, el resultado no se movió.

15.038 valientes

Miércoles laborable, Copa del Rey en abierto, el partido televisado por 7RM, un frío que haría tiritar a un esquimal... y aun así, más de quince mil personas en Nueva Condomina. Todo un acierto el del club al poner las entradas a mitad de precio y abrir una nueva campaña de abonados para la segunda vuelta.

Así pues, el Murcia conseguía su cuarta victoria consecutiva gracias al gol de Bruno y salía de la pomada del descenso, colocándose a cuatro puntitos del cuarto por la cola y a ocho del ascenso. El próximo sábado, Murcia-Córdoba en Nueva Condomina de nuevo.

Salamanca 2-3 Real Murcia

No se recordaba ya en Murcia una racha de tres partidos consecutivos acabados en victoria. Habríamos de remontarnos a la época de Lucas Alcaraz, en la temporada en la que el conjunto grana ascendió a la añorada Primera División en Ponferrada allá por mayo de 2007. Dos años después, tras un centenario maldito, el Real Murcia encadena nueve puntos seguidos y con ellos y un partido menos sale del descenso perpetuo de 2008. Primero un débil Alicante que cayó 0-2 en su casa, luego el Albacete en casa y ahora le ha tocado el turno al poderoso Salamanca, que no ha ganado aún en el nuevo año y que esperaba con ganas al equipo pimentonero para acabar con esa mala racha.

El del Helmántico fue un partido duro, con alternativas en el marcador, en el que el Murcia sacó a relucir su ‘librillo’, demostrando que el causante principal de la situación deportiva hasta la fecha era un señor de Baracaldo que no entendía ni a los jugadores ni a la categoría. Cuando hubo que atacar, se atacó (y bastante bien, por cierto), y cuando hubo que defender, se defendió. No con demasiado acierto ya que el conjunto local hizo dos goles (tras dos partidos imbatido) remontando así el gol inicial de Capdevila. Pidió fuera de juego la parroquia charra, pero estaba equivocada, ya que en el córner que propició el tanto, el balón lo peina en el primer palo un jugador salmantino.

Luego empató el Salamanca, tras el doble lanzamiento de un penalti por dudosa mano de Ochoa que no dudó en señalar Pino Zamorano. Quique Martín empataba el partido al final de una primera parte en la que el Murcia dio muy buenas señales. De haber estado un poco acertados en la línea de tres cuartos quizá nos hubiéramos ido al descanso con una contundente ventaja visitante. No fue así y al dar un pasito para atrás, el Salamanca cogió las riendas del partido. Quique Martín empataba poco antes del final de los primeros cuarenta y cinco minutos.

Poco después de empezar la segunda parte, Miku adelantaba al Salamanca. Lo estaba mereciendo y la lógica hablaba así: el que juega en puestos de ascenso tiene que ganar al que está en descenso. Pero es lo bonito del fútbol, que es imprevisible. Poco a poco el Murcia fue ganando terreno y acercándose a la portería charra. La presión tan arriba que practica el equipo de Campos fue crucial para los contraataques que a la postre serían los causantes de la remontada grana.

El gol del empate llegaría tras un lanzamiento de penalti de Bruno Herrero cometido sobre Núñez, de nuevo pitado tras una jugada dudosa. Perfecto el disparo del mediocentro ex del Sevilla, muy querido en El Helmántico tras su paso la temporada pasada por el Salamanca.

Pero el Murcia sabía lo que hacía y sabía qué tenía que hacer para ganar el partido. Necesitaba un golpe de suerte para completar el buen trabajo de presión sobre el Salamanca y lo tuvo. A falta de pocos minutos, metidos ya en los 80', una nueva contra del conjunto grana, llevada por Núñez (qué partidazo hizo el campeón de Europa con el Liverpool), la remataba De Lucas a puerta vacía con la pierna izquierda después de que Núñez salvara el intento de robo de los defensas y del portero salmantinos.

Debut del pequeño de los Alonso

Con el 2-3 en el marcador, Matías Alonso sustituyó a Despotovic, debutando así en Segunda División con el primer equipo. Incluso disparó a puerta con peligro en el tiempo que estuvo sobre el césped. El Salamanca, por su parte, lo intentó colgando balones al área de Elía, pero el meta pimentonero esta vez estuvo soberbio, muy seguro, y no dio opción alguna de empatar de nuevo el partido. Sin embargo, no estuvieron exentos de polémica estos últimos minutos, ya que la afición local pidió penalti tras una caída dentro del área del gigante Azkorra tras intentar regatear a De Coz. No tenían razón alguna para protestar: se tiró descaradamente.

Ahora toca pensar en la cuarta, en ganarle a un difícil Celta de Vigo el próximo miércoles, y en seguir fuera de los puestos de descenso. Lo impensable se ha hecho realidad: el Murcia ha vuelto.

Real Murcia 1-0 Albacete

Primero cayó el Alicante y el pasado sábado le tocó al Albacete. Este no es el Murcia de Clemente, señores. Con José Miguel Campos, de momento, las cosas han cambiado. Lo del Rico Pérez no fue flor de un día y el conjunto grana ha demostrado que es capaz de salir de donde está a base de trabajo, trabajo y trabajo, que a fin de cuentas era lo que parecía faltar en la plantilla. Aunque pudo ganar cualquiera, en un partido típico de Segunda, el Murcia fue el que más pegada tuvo y en la segunda mitad Ranko Despotovic, titular ante la baja de Aquino, marcaba el único gol del partido. En un choque de un gol, los de Campos tuvieron más suerte.

Porque el Albacete pudo ganar e incluso fue el primero en dar un susto. El habilidoso Diego Costa erraba un mano a mano con Elía (que puso de los nervios a la grada al final del partido) tras marcharse en velocidad de Xisco Campos. Minutos después, el conjunto visitante volvería a ponérselos de corbata a los valientes que desafiaron al frío y a la lluvia por ver a su Murcia con un disparo al poste desde fuera del área.

Y es que la primera parte fue para el Albacete. Los visitantes se hicieron con el partido e inquietaron en alguna ocasión a la defensa del Murcia, que salvó el empate a cero como pudo. Pero sirvió lo suficiente como para que, ya en la segunda, el Alba no aguantase el ritmo de llevar las riendas y cediera terreno al conjunto local.

A pesar del nefasto arbitraje de Teixeira Vitienes, el Murcia fue, lentamente, ganando territorio. Aunque no conseguía llevarle balones en condiciones a Despotovic y a Iván Alonso, que luego se marcharía lesionado, sí que dio sensación de dominio. Antes de marcar Despogol, Capdevila tuvo en sus botas una de las oportunidades de besar la red más claras de su vida. Solo ante Jonathan, casi batido, mandó el balón mansamente fuera. Increíble.

Pero poco después, Ranko Despotovic, casi en la misma situación que el extremo zurdo, marcaba el primero y único tanto del encuentro, el que valía tres puntos y una importantísima victoria. Luego el Albacete apretaría las tuercas granas a pesar de quedarse con diez, pero entre la suerte y el desacierto manchego Campos sumaba su segunda victoria consecutiva, que aunque no se consiguió cantando bajo la insolente y esperada lluvia, sí que fue tremendamente trabajada.

miércoles, 7 de enero de 2009

Alicante 0-2 Real Murcia

Año nuevo,vida nueva.Que bien podemos aplicar esto a nuestro Real Murcia,atardecía un Sábado en Alicante con nuevos vientos,se notaba en el ambiente mas ilusión y mas esperanza sobre el equipo, habían pasado más de 365 días sin ganar fuera (Valladolid 1-4 Murcia) y a la primera del recién estrenado año el conjunto grana ha conseguido su primera victoria de 2009. Ha sido, como quien dice, aquí al lado, en el Rico Pérez, frente a un Alicante en descenso que entrañaba más peligro del que se suponía por su estado actual.

Iván Alonso, cual Ave Fénix, fue el elegido por los dioses para resurgir del ostracismo al que le sometió Clemente y liderar al Murcia. Pronto llevó peligro a la meta de Unanua, que salvó un par de acciones de peligro antes de que el uruguayo marcase el 0-1 con la pierna derecha en un mano a mano antes de la primera media hora de juego.

No muchos minutos después, un centro al área golpeaba la mano de un defensor alicantino en un salto con Bruno y el árbitro señalaba el punto de penalti. El especialista,el charrúa Iván Alonso, vestido de rey mago, lo lanzaba flojito y al lado derecho de Unanua. 0-2 y fiesta en la grada, ocupada por 600 aficionados del Murcia.

Esta vez la historia no se repitió. El Murcia no se vino abajo, como en otras ocasiones, y dominó el partido de manera fea y típica de Segunda División. Muy correcto atrás, con Ochoa, Peña, Campos y De Coz desconocidos, y con un espectacular Movilla, el equipo de Campos aguardaba su oportunidad para marcar el tercero.

Hay que destacar al calvo Movilla. El mediocentro hizo un señor partido con mayúsculas, perfecto en el corte, ocupando el centro del campo con solvencia y moviendo al equipo como ningún otro jugador lo había hecho hasta hoy. ¿Por qué jugaba Guerreiro en vez de este hombre? ¿Por qué lo hacía Mejía?... preguntas sin respuesta que sólo conoce una persona, un Javier Clemente que fue la última (y la peor) decisión de Jesús Samper.

A falta de veinte minutos para el final, Campos introdujo su primer cambio como míster grana. Ranko Despotovic sustituía al rey mago, Iván Alonso, que con dos goles había regalado a su Murcia tres puntos importantísimos en la primera parte.

Luego sería Núñez el que se marcharía a los vestuarios para resguardarse de la lluvia. Montoro entraba en su lugar para colocarse en la banda derecha.

Con trece minutos por jugarse, el Alicante dispuso de su mejor oportunidad para hacer gol. En un fallo de marcaje de la zaga, que no encontró sustituto en el macizo central para Campos cuando cayó a banda con la intención de cortar un ataque por el flanco izquierdo, Francisco se quedaba solo dentro del área, recortaba a Elía y lanzaba el balón fuera en un forzado remate. Gozaría Francisco de otra oportunidad clara, aunque ésta en fuera de juego, pocos minutos después al cruzar demasiado un disparo.

Otro defenestrado por Clemente, Kabous, tuvo diez minutos a su disposición para ganarse el puesto. Sustituyendo a Capdevila, el marroquí se colocó en el centro del campo mientras Aquino ocupaba la banda izquierda. De 4-4-2 a 4-5-1.

Poco a poco el partido fue llegando, con alguna patadita que sobraba (por parte de Kabous y Montoro), al término de los 90 minutos. Al final, 0-2, victoria para el Real Murcia, tres puntos importantísimos y comienzo de una era que promete más trabajo, más murcianía y más murcianismo que nunca.