Sin intención de adivinar ni de pronosticar nada, Manolo Hussein dijo allá por septiembre que firmaba donde hiciera falta si el CB Murcia lograba la salvación por un punto y en el último segundo. Pues dicho y hecho. A falta de 1.6 segundos a Dean le hacían falta, la segunda consecutiva ya que seis segundos antes Quinteros avasalló a Dean y su equipo perdió toda opción de ganar el partido en el tiempo reglamentario. El americano lanzó dos tiros libres. El primero lo anotó. El segundo lo lanzó a fallar, y falló. Green, a la desesperada, lo intentó pero el destino ya estaba escrito. Murcia era equipo ACB. Zaragoza no.
No habrá que esperar a lo que haga Obradoiro. Sobre la pista se sentenció el ser o no ser. El CB Murcia levantó el pulgar hacia arriba al término del encuentro. Zaragoza no pudo más que llorar. Hay que darle las gracias a Chris Thomas. Un amateur que ha cobrado como profesional durante su estancia en Murcia y que pretendió dejar herido de muerte a Murcia con su bochornosa decisión de abandonar el equipo. Sus compañeros se encorajinaron y apretaron los dientes con el único objetivo de demostrarse a sí mismo que ganar en el Príncipe Felipe no era imposible.
Pero, sobre todo, hay que darle las gracias al americano porque su huida sirvió para pulir un diamante en bruto. José Antonio Marco Gaona. El de Abanilla se doctoró en Zaragoza. Se hizo grande y, de paso, demostró y se demostró a sí mismo que puede ser una pieza clave y muy interesante en el futuro del CB Murcia.
Frío y tranquilo, Marco Gaona campó a sus anchas, organizó al equipo, asistió e hizo de Hussein sobre la pista. El murciano, además, anotó 11 puntos y lideró un partido en el que en ataque fue secundado por Dean y Barnes, y en defensa por todo el equipo.
El trabajo atrás fue sobresaliente. Se supo sufrir y frenar al CAI, que desciende por méritos propios. En Zaragoza van a acabar odiando al CB Murcia, ya que en tres años han visto como el equipo de Hussein les cerró primero la puerta del ascenso y, después, como le abrió la del descenso. Y es que CAI baja a la LEB. Su derrota vino acompañada de una victoria de Menorca, que se queda penúltimo.
Ahora toca disfrutar de lo conseguido. En el Zig Zag duró la fiesta casi tanto como en el vestuario murciano. Murcia es ACB y debe demostrar a partir de ahora que lo merece. En el pabellón Príncipe Felipe hubo una treinta de valientes. Su esfuerzo merece la pena.
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